Cualquier crisis que afecte a la empresa afecta a sus empleados pero,
en el caso de los riesgos laborales, sus consecuencias psicológicas, laborales
y sociales son exponenciales. La preocupación del personal de la
organización por sus compañeros en peligro o heridos requiere de respuestas de
apoyo contundentes, además, de soluciones y garantías de que se pondrán todos
los medios para no vuelva a ocurrir.
En casos de riesgos laborales, el personal debe “sentir” que la empresa
está de su lado. Y esto solo se logra a través de una comunicación basada en
las siguientes premisas:
-Inmediatez en la reacción: en este sentido, se deben poner en marcha todos los recursos
disponibles en materia de comunicación y hacerlo en el tiempo más breve
posible.
-Mensaje coherente: el
personal de la organización debe recibir, tanto a través de los canales de
comunicación interna como de los medios de comunicación, mensajes unificados
para no fomentar la confusión y la desconfianza.
-Medias y soluciones: casi tan importante como lo ocurrido, son las medidas que se van a
tomar para que el hecho no se repita.
-Sensibilidad: la
respuesta ante un accidente laboral debe tener una alta dosis de sensibilidad
ante el dolor y el temor humanos y no escatimar medios en cuanto a ayuda
psicológica o social.
Las funciones de la comunicación interna en
situaciones de crisis laborales son:
● Tranquilizar y dar confianza y seguridad a los
trabajadores.
● Evitar la propagación de rumores.
● Proporcionar información verídica.
● Mejorar la imagen de la empresa hacia el
empleado.
● Fomentar el sentimiento de pertenencia a la
organización.
● Optimizar la eficiencia laboral.

