Los viajes se cuentan
entre los eventos más caros a la vez que más rentables, una combinación en el
fondo peligrosa que cabe estudiar bien antes de tomar la decisión de emprender
el vuelo. Lo primero que hay que
hacer es preguntarse por qué organizar
un viaje cuando lo que se pretende comunicar con el mismo podría hacerse de
una manera más sencilla y más barata a través de otro tipo de convocatoria.
Las razones se pueden
resumir en una fundamental: la creación de relaciones estrechas
y estables entre la empresa y sus invitados. La convivencia durante varios
días con la prensa crea lazos que entran en el
terreno de lo personal pero se rentabilizan en el de lo profesional. Además, el
mensaje tiene una interiorización más profunda que en otro tipo de eventos.
Para
asegurarse del éxito de un viaje hay que tener en cuenta varias cuestiones:
- Duración del viaje:cuando los invitados son ajenos a la empresa hay que pensar que quizá no les resulte fácil liberarse durante tres o cuatro días de sus ocupaciones, por lo que el viaje les debe ser breve y, sobre todo, aportar algo realmente interesante.
- Lista de invitados: ¡a lista de invitados suele ser reducida por razones de coste y porque las relaciones que se establecen son más estrechas entre un grupo pequeño. Por lo tanto, hay que elegir muy bien los invitados que realmente interesan.
- Agenda: los asistentes deben contar con una agenda clara que les organice su tiempo, tanto en lo que respecta a los momentos de trabajo, durante los que se les transmitirá el mensaje que motiva el viaje, como a los momentos de ocio (visitas turísticas, comidas o espectáculos…), pero siempre es conveniente dejarles un margen de libertad.
- Un servicio impecable: el concepto low cost no sirve para estos eventos. Los invitados no invierten varios días en una empresa para sufrir incomodidades en el hotel, en el avión o tomar comida rápida. Aunque se pueden ajustar costes y buscar soluciones imaginativas, como un acuerdo comercial de intercambio con el hotel o el transporte, si el presupuesto no llega es mejor optar por otro tipo de evento que arriesgarse a dar una mala imagen
- A la vuelta: para que las relaciones creadas en el viaje no se enfríen, podemos utilizar las nuevas tecnologías. Las promesas de compartir las fotos, de quedar para cenar y de recordar los buenos momentos en general no se cumplen; pero si recurrimos a alguna red social a través de la que canalizar esas relaciones, todo será más duradero.