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lunes, 22 de julio de 2013

Grave, muy grave o estado crítico: las crisis también tienen niveles

Os vamos a hablar de la tipología de crisis en función de su intensidad, así como las normas básicas de actuación en cada caso.
·         Tipo A: La repercusión en medios es alta y afecta al núcleo del negocio o actividad de la compañía u organización. Requiere la intervención de los máximos representantes de la empresa como portavoces. La actuación más correcta suele ser el reconocimiento de los hechos, la explicación de los mismos y el anuncio de medidas correctivas y preventivas a corto plazo.
·         Tipo B: La repercusión pública es media y la crisis, aunque no afecta al grueso del negocio, sí tiene implicaciones en su ámbito de producción y en su imagen. Requiere la intervención como portavoces de directivos de importancia aunque no de primera fila (por ejemplo, jefes de producto, directores de marketing, etc…). La estrategia debe ser similar a la anterior.


·         Tipo C: La repercusión mediática es escasa y el problema no es relevante para el ámbito de actuación de la organización. Con la intervención del director de comunicación o gabinete de prensa es suficiente. La norma a seguir es no lanzar un mensaje a todos los medios con carácter general ya que esto solo significaría ponerles sobre aviso de algo que les ha podido pasar desapercibido y crear lo que se llama el efecto “bola de nieve”, sino dirigirse personalmente al o los medios que se hayan hecho eco del problema y ofrecerles colaboración y explicaciones personalizadas.

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