Cambiamos el sentido de nuestros post para abordar el tema de la Comunicación de Crisis ¡la palabra de moda en estos tiempos!
Lo esencial de una situación
de crisis es que se deben afrontar informaciones negativas para la
imagen de la empresa. La
fórmula para hacer frente a una situación de crisis se compone de tres
ingredientes: rapidez, sinceridad y humildad. Para que la mezcla de esta fórmula sea efectiva y el problema se salde
con los menos daños posibles, debemos estar preparados y ser muy cautelosos con
lo que decimos y hacemos. En definitiva, hay
que tener previamente redactado y muy a mano un Plan de Comunicación de Crisis. Se trata de un documento fundamental que evitará
que la improvisación juegue una mala pasada y agrave la situación en lugar de
mejorarla o frenarla.
Más adelante se
tratará en profundidad el plan de comunicación de crisis en el que nada se debe
dejar a la improvisación: ni el tipo de respuesta, ni el o los portavoces, ni
el tiempo de reacción... De momento, hay que tener en cuenta unas líneas
básicas fundamentales:
·
Si la relación
previa con los medios de comunicación es buena, será más fácil de comunicar
con ellos y de “tenerlos de nuestro lado” en situaciones de crisis.
·
Si la cultura de la
empresa ha introducido una buena política de comunicación interna,
también será más fácil explicar a los empleados los hechos y que estos se
muestren receptivos a escucharlos y entenderlos.
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