La redacción de un Plan de Comunicación de Crisis es un trabajo preventivo ante la crisis cuyo principal objetivo pasa por ganar la batalla del tiempo teniendo preparada tanto la documentación necesaria para haber frente a la misma como los portavoces y mensajes que se emitirán. La agilidad para controlar la información de las primeras veinticuatro horas suele ser de vital importancia.
Un Plan de Comunicación de Crisis en Riesgos Laborales debe constar de:
● Resumen ejecutivo: una pequeña memoria en la que se recoge la justificación para realizar un plan de comunicación de crisis específico en riesgos laborales. Se subrayará la tipología de la empresa y, sobre todo, los supuestos en que se puede producir un accidente o riesgo laboral
● Creación de comité de crisis: el plan de comunicación debe fijar un comité formado por cuatro o cinco personas que serán las encargadas de gestionar la situación cuando ésta se produzca. Estos serán: director de comunicación, director de producción o servicio en que se haya producido el problema –apoyado por la dirección técnica-, director de recursos humanos –apoyado, si es el caso, por el servicio de psicología-, representante de la ejecutiva.
● Nombramiento de portavoces: una vez determinado el carácter de la crisis y su alcance, el comité elegirá los portavoces ante los medios de comunicación.
● Definición de los mensajes: el comité de crisis será el encargado de definir los mensajes que se difundirán hacia los medios de comunicación y también a nivel interno. Es muy importante que ambos mensajes sean totalmente coincidentes para no crear malos entendidos y la consiguiente desconfianza por parte del personal de la empresa. La gestión del mensaje es un factor clave para que la comunicación de crisis sea creíble y, por lo tanto, exitosa. Junto con el mensaje, es preciso preparar un argumentario que los portavoces tendrán en cuenta a la hora de responder a las preguntas de los periodistas y los materiales de comunicación. Por último, para una eficaz difusión del mensaje informativo es muy importante tener actualizado el listado de medios de comunicación con los datos de los periodistas más relevantes.
● Definición de las audiencias: depende de la intensidad de la crisis. Si es muy intensa se deberá intentar llegar al mayor número de medios posibles, con prioridad hacia los más influyentes; si es de carácter local, los receptores serán los medios regionales y locales.
● Funcionamiento y normas básicas de actuación: todo plan debe ser comprobado y ensayado. Es importante poseer un esquema operativo que evite la improvisación.
● Seguimiento y ajustes: como en toda crisis, es fundamental realizar un seguimiento de la repercusión y reacciones ante los mensajes. De este modo, sabremos si hay que reforzarlos con nuevas notificaciones, entrevistas y llamadas personales a los periodistas.
En paralelo, a las normas de actuación el plan de comunicación debe de recoger también una serie de actuaciones preventivas de aquellas situaciones que pueden generar una crisis concreta según el tipo de empresa. Así mismo, es preciso determinar el presupuesto necesario para llevar a cabo las tareas de simulación y puesta a punto del plan.