Para poner fin a los artículos que durante las últimas semanas hemos venido dedicando a las agencias de comunicación, nos centraremos en la figura del director de cuentas.
No sólo es una figura clave en la consecución de las campañas sino que de él depende que una cuenta funcione, que la relación con el cliente sea de confianza y que los consultores y demás agentes realicen su trabajo de forma coordinada con los objetivos marcados con el cliente. Además, debe velar porque todos los procesos internos funcionen correctamente y en los plazos fijados.
En el modelo de comunicación integrada, que se plantea como una herramienta para ofrecer al cliente soluciones globales de comunicación. El director de cuentas tiene la misión de liderar la integración entre todos los departamentos de la agencia encargados de ofrecer dicha comunicación interdisciplinar.
Sus colaboradores más estrechos son los ejecutivos de cuentas o consultores. Son los encargados de materializar los detalles de la campaña, es decir, llevar a cabo o ejecutar el trabajo que genera el día a día de la cuenta. En sus manos están las relaciones con los medios de comunicación y la relación diaria con el cliente. El número de ejecutivos de cuentas, su carácter “sénior” o “junior” y su grado de especialización dependerá del tamaño de la agencia y de la entidad de las cuentas que maneje.